God Warrior - The Showdown (Relato 25)

Asgard


Sigmund era el hijo de un mercader en Midgard quien desafortunadamente perdió la vida en medio de una guerra, razón por la cual este chico ha entrenado por su cuenta durante los últimos 9 años para convertirse en un Dios Guerrero de Asgard.

Los Dioses Guerreros eran santos que desde tiempos ancestrales han velado por la protección del representante de Odin en Midgard y Sigmund todos los días entrenaba en las montañas para convertirse en uno de estos legendarios soldados de Dios y así evitar que mas gente inocente muera en guerras absurdas, sin embargo al entrenar por si mismo su cosmoenergía no estaba desarrollada como debería y sus oportunidades se hacían escasas. 

Sin embargo su vida y sus aspiraciones cambiaron drásticamente en el momento que mientras entrenaba una explosión tuvo lugar muy cerca de donde se encontraba entrenando haciendo que incluso la onda expansiva lograra hacerlo tambalear. 

Inmediatamente Sigmund corrió un poco temeroso para ver que había causado tal estruendo pero mas fue su sorpresa al ver un simple cráter sin ningúna fuente en ninguna parte, hasta que al ladear su cabeza un poco, el aspirante a Dios Guerrero logró vislumbrar una silueta entre los árboles.

Sigmund - Ho... hola? 

????? - Eres un chico muy perspicaz. 

Sigmund al acercarse sintió plena tranquilidad ya que no solo esta persona era de apariencia muy pacífica sino que de el emanaba un aura de paz que para un novato era algo totalmente inexplicable, pero para una persona experimentada era fácil de notar.


Sigmund - Quién eres? 

????? - Soy Balder.
Sigmund - Balder?!  El Dios de la luz?!
Balder - Si

El hombre que estaba enfrente de Sigmund no era normal; su estatura era mayor a la de un habitante de Midgard, su cabello era tan blanco como la misma nieve, su piel tan blanca que asemejaba a la figura de un angel y sus ojos tan azules como el mismo océano. Notar todas estas inusuales características en este hombre evitó por completo que el chico soltara una carcajada de burla y mas bien tuviera algo de temor al tener un Dios del Valhalla justo frente a el, aunque un detalle muy peculiar llamaba fuertemente su atención.

El Dios mostraba signos de haber tenido un fuerte combate...

Sigmund - Estás herido

Balder - Necesito que hagas algo por mi
Sigmund - .....................
Balder - Necesito que encuentres a los Dioses Guerreros, una guerra se avecina!
Sigmund - Una guerra?! 
Balder - No hay tiempo de explicar pero si no hacemos algo pronto el Ragnarok será desatado.

En el rostro del joven aprendiz una expresión de terror inconmensurable se dibujó al tiempo que sin darse cuenta su cuerpo por si solo caminaba hacia atrás hasta caer en la nieve.

Balder - No tenemos tiempo que perder! A partir de este momento serás mi mano derecha.

Sigmund - Yo...- Con la cabeza baja.

Un momento de silencio tenso invadió el lugar; Balder observaba fijamente a Sigmund quien pensativo solo conseguía observar el suelo, sin embargo tal sonido fue bruscamente perturbado por una voz.

????? - Lo siento Balder pero de nada te servirá enviar al chico. En el momento que se separe de ti arrancare su cabeza.

Sigmund - Tu eres Grendel!
Balder - Lo conoces?
Sigmund - Es Grendel de Trol, un Dios Guerrero menor... Un caballero de rango bajo y un asesino.
Grendel - Veo que soy mas conocido de lo que pensaba.

Sigmund se levantó en su lugar con ira en su corazón y como si de un Dios Guerrero se tratase encendió su cosmo hasta el limite de su capacidad.

Balder - Este chico es un Santo?

Grendel - Veo que tienes algo de habilidad pero no pienso perder tiempo con basura como tu
Sigmund - Por tu culpa mi padre murió! Ahora tu morirás por mi mano. - Al decir esto por un breve momento el que fue aprendiz dejó de serlo para ser un santo y liberar su gran poder.

Sigmund - Toma esto!!! Ventisca Blanca!!! - De su puño derecho fue liberada una gran ventisca que toma mas velocidad a medida que avanza su paso.

Grendel - Fácilmente puedo detener esto con una man...

El ataque de Sigmund golpea justo el estomago de Grendel haciéndolo literalmente volar violentamente hacia atrás y caer entre rocas camufladas con nieve.

Balder - Eres un Santo?

Sigmund - No señor, solo soy un aprendiz.
Balder - Vienen mas!

Balder con su percepción  fue capaz de percatarse que a tan solo un kilómetro de ese lugar se acercaban soldados del castillo Valhalla.

Balder - No hay tiempo! Sube esta colina... Al final encontrarás una cueva, debes entrar en ella.

Sigmund - Pero para qué?
Balder - No tenemos tiempo, solo confía en mi.
Sigmund - Que harás tu?
Balder - Estoy muy débil como para combatir, incluso en contra de simples humanos, tomaré una nueva forma para recuperarme y te veré en la colina.
Sigmund - Esta bien!
Soldados - Ahí está! Vamos por el! Es un traidor contra el pueblo de Asgard!

Sigmund emprendió la huida tan rápido como pudo y durante muchas horas ascendió al pico de la colina pero casi llegando a este dos hombres extraños portando armaduras negras se presentaron en lo alto de una saliente de tierra.

Sigmund - Quienes son ustedes.
????? - Tan solo somos observadores, no venimos a pelear pero tal vez te interese saber que el si - Después de decir estas palabras el misterioso hombre señaló con su cabeza a un punto en la colina donde había un hombre de armadura verde y cabello rubio.

Sigmund - Ahora qué?

????? - Mi nombre es Ardeth. Ardeth de Nidhogg y me temo que tendré que detenerte, o más bien matarte.

Sigmund liberó el mismo ataque con el cual había derrotado a Grendel - No me subestimes! Ventisca Blanca! - Sin embargo Nidhogg consiguió detener este ataque sin ningún problema.

Nidhogg - Es absurdo pensar que un ataque como este pueda derrotar a un Dios Guerrero de rango medio como yo.

Sigmund- No puede ser!
Nighogg - Permíteme enseñarte el verdadero uso del cosmo.

En un instante y sin mayor esfuerzo el confiado Dios Guerrero regresó con su mano izquierda la ventisca de su oponente golpeándolo directamente y lanzándolo al aire.

Nighogg - Sé porque vas a esa cueva pero que te hace pensar que el legendario Vedrfolnir te aceptará como su portador?

Sigmund solo intentaba levantarse pero inmediatamente era derribado por los continuos ataques que Nighogg disparaba a los lejos.

Nighogg - Por qué no te das por vencido? Nisiquiera tienes una armadura para enfrentarme.

Ataque tras ataque, el cuerpo de Sigmund solo podía recibir mas heridas sin posibilidad de defenderse. Lo único que podía hacer era levantarse para volver a caer, sin embargo esta muestra de tenacidad empezaba a molestar al Dios Guerrero quien aumentó la intensidad y la velocidad de los ataques derribando de una vez por todas al chico.

Nighogg - Mejor quédate ahí, no quiero tener que matarte - al tiempo que volvía su espalda para seguir su camino, pero sin que pudiera advertirlo un halo de luz provocado por el cosmo de Sigmund golpeó levemente su mejilla derecha desde atrás produciendo una pequeña cortada y haciendo que un enfurecido Dios Guerrero volteara su cabeza.

Nighogg, Maldito! Te voy a matar! Colmillo Escarlata de Dragón!!! - Un poderoso ataque del color de la sangre emprendió en contra de un herido Sigmund quien difícilmente podía mantenerse en pie - No podré escapar de esto... Me matará - una gran explosión se produjo en el momento que el Colmillo Escarlata alcanzó su objetivo, no obstante una figura apareció de pronto colocándose al frente del ataque.

????? - Sabes que las acciones de Odin provocarán el Ragnarok, eso es lo que quieres?

Nighogg - Quien eres?

La figura misteriosa emerge del humo blanco causado por el ataque sobre la nieve con su mano empuñada y lista para atacar - Soy el Dios Guerrero Helgi de Wyvern! - Su puñetazo es detenido por las manos del otro Dios Guerrero pero su cuerpo es arrastrado varios metros ya que la fuerza del ataque no es ordinaria.

Helgi - Corre a la cueva! No pierdas el tiempo! - Al escuchar estas palabras Sigmund se reincorporó con dificultad solo para ver que los soldados del castillo se encontraban a unos 20 metros a su espalda.

Sigmund - Debo correr

Nighogg - No te dejaré
Helgi - No lo harás - Al tiempo que de una patada derriba a su oponente - No te distraigas, tu oponente soy yo!

Subiendo algunos metros mas, Sigmund alcanzó la cueva pero al tiempo es alcanzado por el paso considerablemente mas rápido de los soldados quienes atacaron en repitas ocasiones haciendo imposible continuar.

Soldados - Vamos a matarlo! Si alguien pregunta diremos que es un vulgar ladrón - Al tiempo que inmisericordemente pateaban el cuerpo y la cabeza de Sigmund.

Sigmund - No puedo creer que este sea mi final. No podré convertirme en un Dios Guerrero y seré recordado como un simple ladrón...

Mientras era brutalmente golpeado, una sensación de calidez invadió por completo el cuerpo herido del Dios Guerrero sin armadura.

Sigmund - Ya no siento ningún dolor. Creo que moriré...

Balder - No morirás como un cobarde
Sigmund - Esa voz...
Balder - Vive Sigmund. Enciende tu cosmo al máximo y vive para ser quien salve a Midgard.

De golpe Sigmund abre sus ojos al tiempo que enciende su cosmo al límite. 

Soldados - No puede ser, ya estaba casi muerto - No importa! Acabemos con el.

De pronto un resplandor emergió de las entrañas de la cueva.

Soldados - Pero que es eso?! El resplandor está cubriendo al chico.

Sigmund - Es mi turno - Al desaparecer el resplandor los aterrorizados soldados presenciaron como el cuerpo herido de Sigmund fue cubierto por una armadura azul.

Soldados - Qué está pasando?! CORRAAAAAN!

Sigmund - No crean que los dejaré ir así nada más. Resplandor Estelar!!!

Soldados - Qué es eso? Parece una constelación... Nooooo!!!

De inmediato 10 soldados fueron alcanzados y destruidos por el ataque de Sigmund quien ahora portaba la armadura sagrada de Vedrfolnir.


Sigmund - Si son guardianes de Odin por que me atacaban?

Mas abajo en la montaña

Helgi herido y agotado enfrentaba a dos Dioses guerreros: Un enfurecido Nighogg y a Grendel quien al no recibir verdadero daño por parte del ataque de ventisca fue capaz de reincorporarse y unirse a su compañero en batalla.

Nighogg - Ríndete! Un Dios Guerrero solo no puede contra el poder de dos, por muy fuerte que sea.

Grendel lanzó un ataque con una patada a Helgi quien pese a sus heridas pudo evitarlo para luego contraatacar con un golpe de energía directo a su estomago.

Nighogg - Grendel! - Se lanzó para atacar a Helgi por la espalda pero éste de un salto sobre su atacante y conectando fuertemente una patada en su rostro haciéndolo caer a botes por la nieve.

Helgi - No me subestimen! Fuego del Dragón!!!- Una llamarada producida por el puño de Helgi impactó el suelo entre sus dos oponentes lanzándolos a volar por los aires y finalmente aterrizando de manera violenta sobre las rocas.

Unos metros colina abajo sus oponentes se reincorporaban y se acercaban a el.

Helgi - Ya no puedo mas - Arrodillandose en el suelo.

Grendel - Que pena, tu último ataque falló por poco, aunque si pudiste lastimarnos.
Nighogg - Ya no jugaré mas contigo. Colmillo Escarlata!!! Mordida Sangrienta!!! - Los ataques mortíferos de ambos dioses guerreros se dirigían a toda velocidad para destruir a Helgi pero de su espalda un poder apareció - Resplandor Estelar! - Ambos ataques se deshicieron al frente de Helgi quien vio una oportunidad de atacar - Esta vez no fallaré. Fuego del Dragón!!! Rápidamente el ataque de Helgi impactó su objetivo expulsando a los dos Dioses Guerreros de la colina.

Sigmund - Estás bien? 

Helgi - Hubiera podido derrotarlos sin tu ayuda.
Sigmund - Si, puedo notarlo en tu aspecto - Ambos esbozaron una sonrisa de camaradería y estrecharon sus manos.

Sigmund - Eres aliado no?

Helgi - Mi nombre es Helgi de Wyvern y seré tu compañero a partir de ahora. Balder también llegó a mi así como lo hizo contigo.

Ambos santos vieron con asombro como una paloma que volaba por los alrededores cambiaba su forma en el Dios de la luz.

Balder - Sigmund lo lograste. Helgi gracias por tu ayuda

Helgi - Que debemos hacer ahora?
Balder - Debemos reclutar a los demás
Sigmund - A caso hay otros?
Balder - Desde luego que si. Necesitamos mas guerreros capaces.
Helgi - Por qué?
Balder - ..............
Sigmund - Para qué nos estamos preparando?

Observando fijamente el paisaje Balder respondió.

Nos vamos al Valhalla.

Escrito por: Norman Leguizamon

Arte: Norman Leguizamon 


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