EPÍLOGO:
Jenna
y yo entramos a la universidad, ella, como saben, estudió Medicina y yo física
pura: Jenna y Lilly se hicieron grandes amigas, Lilly se especializó en
Cardiología y Pediatría, y enfocaría sus esfuerzos en ayudas para los niños con
problemas cardiacos, contribuyendo en la cura de varias enfermedades congénitas
y otras muy difíciles de tratar para cuando ella estudiaba. Jenna, se
especializó en neurología, y fundó el laboratorio de Neurociencias de SunCity,
la ciudad donde crecimos, luego el laboratorio fue comprado por la A.I.T. o por
sus siglas en nuestro idioma “Tecnologías Interactivas Aplicadas”
y ensamblado a su división de tecnologías médicas aplicadas, dejando a Jenna como directora general del departamento de Neurología, ese año ella ganó el premio nobel de ciencia por sus descubrimientos en el ámbito de la neurología, y su mapeo del cerebro humano el cual permitía entenderlo como se entiende un circuito electrónico en un computador. Por otro lado, yo terminé me especialicé en astrofísica, luego en física cuántica y física de partículas, me hice teórico de la universidad de Montecristo en su sede de SunCity y empecé a trabajar en sus laboratorios de investigación. Varios descubrimientos me permitieron crear formulas para el comportamiento de la gravedad y su influencia en la materia y las partículas, tras varias teorías comprobadas y mucha experimentación, pudimos crear una cabina en la que podíamos detectar gravitones eso me dio un premio nobel, luego tras muchos estudios, pudimos desviar y emitir gravitones y obtuve otro premio nobel y un puesto en la división de física aplicada en la A.I.T. dos años más tarde y tras haber fortalecido nuestros lazos, Jenna y yo decidimos casarnos, y producto de este amor nacieron dos bellas princesas, Stella y Linda, y hasta ahora, con altos y bajos, momentos buenos y momentos difíciles, seguimos siendo felices, en esos días fuimos reasignados los dos a las sedes de A.I.T. en Southbridgeland, un bello país, con muchas ciudades lindas, había acabado de unirse a la U.P.N. y se estaban construyendo instalaciones con la mayor tecnología y equipos avanzados con el fin de apoyar las investigaciones en los campos de la neurología y la física de la Gravedad, fue muy grato saber eso, pues de allá venía el café que tanto nos gustaba. Al llegar allá no dudamos en construir la primera y única sucursal en el extranjero de la cafetería a la que íbamos Jenna y yo, junto a un parque no igual, pero que nos recordaba el parque en el que esta bella relación empezó, de hecho era la única sucursal de esa cafetería ya que era una cafetería pequeña, la construimos exactamente igual a la que queda en SunCity y decidimos dejarla en manos de un buen amigo, Joel Stewart, al que conocimos al llegar a ese país. Nos fuimos a otro país, pero los días de amor, estudio y galletas con café nunca acabarán.
Fue una experiencia agradable escribir esta historia. Es un capo nuevo pues (aunque no he publicado) tengo escritos relatos de ciencia ficción que pronto estarán al alcance de todos. quise que la historia no fuese la típica historia del amor imposible que al final es alcanzado de manera milagrosa, sino que quise llevarla al punto en que entendiéramos que el amor está muchas veces donde no estamos mirando y puede llegar sin que lo estemos buscando, las cosas se dan y ya. no hay necesidad de forzar nada.
No hay muchas personas a quienes agradecer, así que empezaré: primero a Norman quien confió en mi para iniciar con el este proyecto y estuvo atento a las fechas de entrega, (que no suelo respetar, pero aquí si) quiero agradecer a todos los que leyeron esta historia y están dispuestos a leer las que vienen, también a quienes dan en el botón de "compartir" aquí en el blog y en nuestras publicaciones del Facebook, créanme que solo con eso le dan un impulso impresionante a nuestra iniciativa, pues un simple compartir, puede hacer que estas historias lleguen a muchos lectores, y no cuesta sino un clic. por lo demás, espero que puedan continuar pegados a nuestros próximos relatos tanto las series como los autoconclusivos, vienen historias muy interesantes.
© Camilo Barrera 2015. Todos los derechos reservados
Escrito por: Camilo Barrera
Arte: Camilo Barrera
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y ensamblado a su división de tecnologías médicas aplicadas, dejando a Jenna como directora general del departamento de Neurología, ese año ella ganó el premio nobel de ciencia por sus descubrimientos en el ámbito de la neurología, y su mapeo del cerebro humano el cual permitía entenderlo como se entiende un circuito electrónico en un computador. Por otro lado, yo terminé me especialicé en astrofísica, luego en física cuántica y física de partículas, me hice teórico de la universidad de Montecristo en su sede de SunCity y empecé a trabajar en sus laboratorios de investigación. Varios descubrimientos me permitieron crear formulas para el comportamiento de la gravedad y su influencia en la materia y las partículas, tras varias teorías comprobadas y mucha experimentación, pudimos crear una cabina en la que podíamos detectar gravitones eso me dio un premio nobel, luego tras muchos estudios, pudimos desviar y emitir gravitones y obtuve otro premio nobel y un puesto en la división de física aplicada en la A.I.T. dos años más tarde y tras haber fortalecido nuestros lazos, Jenna y yo decidimos casarnos, y producto de este amor nacieron dos bellas princesas, Stella y Linda, y hasta ahora, con altos y bajos, momentos buenos y momentos difíciles, seguimos siendo felices, en esos días fuimos reasignados los dos a las sedes de A.I.T. en Southbridgeland, un bello país, con muchas ciudades lindas, había acabado de unirse a la U.P.N. y se estaban construyendo instalaciones con la mayor tecnología y equipos avanzados con el fin de apoyar las investigaciones en los campos de la neurología y la física de la Gravedad, fue muy grato saber eso, pues de allá venía el café que tanto nos gustaba. Al llegar allá no dudamos en construir la primera y única sucursal en el extranjero de la cafetería a la que íbamos Jenna y yo, junto a un parque no igual, pero que nos recordaba el parque en el que esta bella relación empezó, de hecho era la única sucursal de esa cafetería ya que era una cafetería pequeña, la construimos exactamente igual a la que queda en SunCity y decidimos dejarla en manos de un buen amigo, Joel Stewart, al que conocimos al llegar a ese país. Nos fuimos a otro país, pero los días de amor, estudio y galletas con café nunca acabarán.
Agradecimientos
Fue una experiencia agradable escribir esta historia. Es un capo nuevo pues (aunque no he publicado) tengo escritos relatos de ciencia ficción que pronto estarán al alcance de todos. quise que la historia no fuese la típica historia del amor imposible que al final es alcanzado de manera milagrosa, sino que quise llevarla al punto en que entendiéramos que el amor está muchas veces donde no estamos mirando y puede llegar sin que lo estemos buscando, las cosas se dan y ya. no hay necesidad de forzar nada.
No hay muchas personas a quienes agradecer, así que empezaré: primero a Norman quien confió en mi para iniciar con el este proyecto y estuvo atento a las fechas de entrega, (que no suelo respetar, pero aquí si) quiero agradecer a todos los que leyeron esta historia y están dispuestos a leer las que vienen, también a quienes dan en el botón de "compartir" aquí en el blog y en nuestras publicaciones del Facebook, créanme que solo con eso le dan un impulso impresionante a nuestra iniciativa, pues un simple compartir, puede hacer que estas historias lleguen a muchos lectores, y no cuesta sino un clic. por lo demás, espero que puedan continuar pegados a nuestros próximos relatos tanto las series como los autoconclusivos, vienen historias muy interesantes.
© Camilo Barrera 2015. Todos los derechos reservados
Escrito por: Camilo Barrera
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