Amor estudio y galletas con café - Cap 3 (Relato 8)

Amor estudio y galletas con café

CAPÍTULO 3:

UN AÑO DE ESTUDIO Y UNA NUEVA META

Pasaron unas tres semanas con Jenna yendo a mi casa y yo yendo a la de ella a estudiar y pocos eran los resultados obtenidos, pues era muy difícil para mí aprender algo que para nada me interesaba.
Ejercicio tras ejercicio todo se hacía más tedioso, los números se veían como jeroglíficos chinos, aunque luego me enteré que los chinos hacen símbolos y los jeroglíficos eran de los egipcios, y Jenna me regañaba constantemente por esa clase de confusiones durante las tutorías de historia, pues pensaba también que Confucio era el maestro de la confusión. Al ver lo difícil que era para mí aprender con los métodos tradicionales, Jenna ideó una manera bastante peculiar de enseñarme las cosas que me eran más complicadas, a lo que llamó “métodos ancestrales de aprendizaje rápido”. Esto consistía en llevarme a sitios que resultaran usuales para mi, y que fuesen relajantes, lo cual me pareció extraño pues más que concentrarme en estudiar, me distraería en cosas divertidas, pero ella decía que no sería así pues usaríamos las distracciones como ayudas didácticas en mi aprendizaje.

El primer día fuimos a una cafetería cerca de su casa en a la que iríamos más seguido con el tiempo pidiendo siempre galletas con café para los dos, no puedo decir que fue como una cita, porque desde que entramos usó todo lo que había allí para hacerme entender física, matemáticas, estadística, cultura y sociedad y todo lo que se le pasó por la cabeza que pudiera aprender ahí. aprendí que el proceso que hace salir humo vapor del café caliente se llama vaporización y que cuando el agua hierve se llama ebullición, que el hecho de que podamos tener un café tan delicioso es gracias a Southbridgeland, un país de la región del sur en el que se cosechaba el mejor café del mundo, que si pagaba con un billete de veinte un café de cinco, estaría recibiendo como cambio el setenta y cinco por ciento del total y cuando se derramó ese café encima de mí, por pisar los cordones sueltos de mis zapatos, dijo que el dolor se daba por un proceso cerebral y que mi caída era acción de la gravedad de la tierra, cosas a las que no le había prestado atención hasta ese momento, pero que pensándolo bien definieron mi futuro y mi papel en el mundo que conocemos hoy.

Pasaron los meses y mis notas fueron mejorando, así como la relación de amistad entre Jenna y yo, ella no paraba de reír siempre que me sucedían esas “mini desgracias”, pero ya no eran las fuertes risas con comentario sarcástico incluido de cuando empezó todo, ahora ella sonreía un poco y me ayudaba a levantarme si me había caído y buscaba hielo si me había golpeado, de alguna forma el hecho de que pasáramos tiempo juntos hizo que fuésemos más amables el uno con el otro.

Mis notas aumentaron exponencialmente en el área de la física pues ella había despertado en mí la chispa de la curiosidad cuando me habló acerca del tamaño de las estrellas y de que ningún científico hasta la fecha había descubierto cómo funcionaba realmente el asunto de la gravedad, eso hizo que me interesara por ello, y que empezara la carrera por ser el primero en descubrirlo, todo esto me llevó también a adquirir conocimientos avanzados sobre otras áreas como biología y la mucha lectura de artículos sobre el tema mejoró mis calificaciones en lenguaje y literatura, también tuve la necesidad de traducir muchos textos de otros idiomas lo cual sirvió también, mi deseo de aprender se volvió tan fuerte que ya no recordaba la razón por la que había iniciado en este camino… Lilly.

Muchas veces vi a Lilly en clases, y caminando por la escuela, y le hablé en muchas ocasiones para preguntarle cosas de las clases y actividades escolares ya que ella siempre estaba al corriente de esas cosas. Ya no me daba nervios acercarme a ella pero tampoco sentía el deseo de abrazarla que sentía antes, ahora ella parecía tan cercana y tan igual a mí, se veía como si estuviera a mi alcance y pudiera en cualquier momento acercarme a ella y decirle mis sentimientos, tan tranquilo estaba con eso que no me desesperaba por hacerlo, en cambio si esperaba el fin de las clases para ir a estudiar, teorizar y bromear a casa de Jenna, o a mi casa si queríamos, pues sus padres me consideraban ya como de la familia, y no se preocupaban donde estuviera ella siempre y cuando fuera conmigo y la llevase temprano a casa, pasábamos momentos muy divertidos.

© Camilo Barrera 2015. Todos los derechos reservados

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Escrito por: Camilo Barrera
Arte: Camilo Barrera

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