Land of Swords Cap1

Un nuevo Comienzo

La gran tierra de Agmeria era un lugar llena de misterios y peligros, gobernada por los humanos. En su mundo en los tiempos antiguos cuando las antiguas culturas habitaban la tierra, sus conocimientos y tradiciones fueron dejados en las herencia que dejaron en la historia. En los territorios del reino pacífico llamado Escaiter, su principal misión  era mantener la paz del mundo. Para lograr ese objetivo hace siglos se creó una organización  llamada la Orden De La Espada. Durante siglos mantuvieron la paz ayudando de diferentes formas como atrapar delincuentes, investigar movimientos de bandas criminales, diplomacia, problemas económicos etc. Es liderado por los descendientes de sus fundadores conocidos como los maestros de las espadas.




En una habitación del orfanatorio de la ciudad de Taiten se encontraba un muchacho de 17 años, pelo blanco como su piel con una vestimenta de una chaqueta de color negro con pantalón de vaquero y zapatos comunes, además de una cicatriz de una quemadura en la mano derecha.
Era una edificio de al menos 3 pisos  habitación era decorada con una armario, una cómoda para al menos 2 personas sin decora miento
Estaba guardando algunas cosas en una mochila como si se preparada para salir. Según las leyes de Escaiter al cumplir los 17 años, el huérfano hombre o mujer puede dejar su hogar.
Mientras se preparaba para salir había entrado a la habitación un niño de 10 años, de pelo negro corto hasta la nunca con ojos color claros, piel morena con una camiseta de color celeste con pantalón corto que hace juego. El niño lo miraba aprontarse pensando con tristeza que se iba
– Dime ¿De verdad piensas irte Alex? –pregunto con un tono triste
– Sé que te entristece Loyd, pero he esperado toda mi vida a que llegara este día
Alex era huérfano  desde los 8 años, tras perder a su madre en un incendio. Loyd era su compañero de habitación desde hace 3 años. Al perder a sus padres en un accidente él se había vuelto un niño muy melancólico, no paraba de llorar mirando una fotografía de él con sus padres. Ese mismo día como a las 11:35 PM, todavía no podía conciliar el sueño hasta que lo vio entrar, estaba todo sudado con marcas y algunos moretones. Pensaba que había tenido una pelea con alguien, cuando volteó a verlo. Se dirigió hacia Loyd mientras él se ocultaba en las sábanas llorando, cuando se le acercó lo abrazó mientras Loyd experimentaba una confusión
– Sé lo que sientes al perder a tu familia, si quieres llorar es mejor hacerlo con alguien– dijo Alex con sonrisa
Continuó con sus llantos como antes, pero a diferencia para él era diferente. Sentía por sus palabras que él había pasado por algo igual .Desde ese momento siempre que Loyd se deprimía, por sus padres o que nadie lo adoptara, Alex siempre era el que lo animaba y no solamente a él sino a cada niño o niña, no bastaría decir que es como un hermano mayor para todos los huérfanos. Cuando Alex cumplió los 17 años justamente el día anterior, todos los niños tenían preparado una pequeña fiesta para él como hacían cada año, sentían que era su forma de agradarle. Regresaba a las 10:45 PM, pasaba como 8 horas fuera en la orfanatorio. Nunca supieron de qué se trataba.
Cuando había llegado estaba todo sudado, además de la ropa estaba toda manchada. A pocos minutos de haber entrado le sorprendieron con la fiesta, paso  la noche celebrándolo hasta que decidió decirles un anuncio
– Gracias por todo, como ya saben cumplo 17 años, la edad límite para vivir aquí. He esperado toda mi vida por este momento, de seguro se preguntarán porque salía casi todo el día. Para ser sincero estaba entrenando con el propósito de entrar a la orden de la espada. Esta decisión la he tomado hace mucho tiempo. Pero quiero que sepan que jamás olvidaré este lugar, a ustedes y a los que me cuidaron
Estaban un poco deprimidos, pero sabían que este día llegaría. A todos le entristecía la noticia pero el más afectado era Loyd, que era la personas más cercana a el
Regresando al momento actual
– No quiero que te vayas– dijo brozándole de la cintura
Comprendía perfectamente sus sentimientos, él y los niños no eran los únicos afectados. También le dolía dejarlos, después de todo se encariñaron con ellos. Pero su decisión no iba a cambiar
– No te preocupes no será la última vez que me veas– dijo intentando tranquilizarlo– Prometo que vendré a visitarlos seguido
– ¿Cómo sé que lo harás?– preguntó
– Me conoces bien Loyd, nunca he faltado a mi palabra, además tú y los niños de aquí son importantes para mí, así que ten por seguro que vendré
Loyd seguía sin querer que Alex se marchara por su sentimiento de ser egoísta, pero también él estuvo para él y los demás  cuando necesitaban ayuda. Lo conocía muy bien incluso sabía el motivo para entrar a la orden, así que decidió dejar de llorar y poner una sonrisa  como diciendo ¨Espero que entres¨. Escuchó un pequeño ruido proveniente de la puerta de la habitación. Al estar frente a ella se hizo a un costado abriéndola, donde cayeron varios niños al piso por estar espiando por la puerta. Al verlos mejor estaban más de 15 niños, todos los niños del orfanatorio estaban presentes escuchando la conversación entre los dos. Por sus miradas de tristeza, al igual que Loyd no querían  que se marchara. Sentía algo de incomodidad al estar presente de tantas personas con esas miradas que no sabía que decir
– Niños déjenlo tranquilo– dijo una voz femenina
Subiendo por las escaleras se aproximaba una mujer de al menos 29 años, pelo rubio como los rayos del sol con unos ojos marrones como corteza de un árbol, lleva puesto una túnica blanca con zapatos comunes. Todos los presentes la conocían bien, era Abie la directora del orfanatorio, su trabajo era dirigir el orfanatorio, además de encargarse de las visitas de adopción. Además hace 9 años fue la que encontró después de perder a su madre.
– Ustedes conocen a Alex desde hace mucho tiempo, saben que esta no va  a ser la última que lo veamos– dijo siendo seriedad–  Además pongan una sonrisa para desearle suerte
Sabían que tenía razón, todos empezaron a poner una mejor cara para alegrarle, aunque notaba que era una forzada
Bajo por las escaleras junto con Avíe hasta la administración. Hay tuvieron una pequeña charla sobre los planes de Alex
– Por su reacción se nota que les importas mucho– dijo Avíe
– Si pero quiero que sepas que no fue una decisión fácil– dijo Alex siendo sincero– Pero las palabras de despedida parecían sinceras, lo que me da más razones para cumplir mi objetivo
– Veo que estas decidido a entrar a la orden. Ahora que lo pienso no te di tu regalo de cumpleaños – dijo
– Sabes que no es necesario– dijo Alex
– Te equivocas esto de seguro te será de mucha ayuda– respondió animada
Se dirigió a un armario donde había cajas con papeles de los niños y niñas del orfanatorio, saco una caja no muy grande y alargada entregándosela. Mientras se preguntaba de qué se trataba, pensaba que quería decir que sería de mucha ayuda.
Decidió dejar el misterio abriendo el la caja de una vez, resulto que el regalo era una katana normal. La desenfundo mostrado que no había sido usada estando como nueva, con dos partes, una con un lado afilado para cortar y el otro extremo un lado sin filo. Esta arma era perfecta para él, él había practicado con una espada por su cuenta, aunque era solamente  una barra de madera, en realidad no seguía ningún estilo en específico pero podía manejarla muy bien.
– Es un arma simple pero me será de mucha ayuda– dijo mientras la guardaba en la funda. Esto me ayudara en más de una forma– dijo agradeciéndole
Alex era de esa forma, cuando hacía algo por alguien o se presentaba siempre de forma educada, pero eso era una de las cosas, además era muy amable y compresivo con la gente, esas cualidades lo hacían  una persona muy querida.
Miró por casualidad por la ventana viendo que el sol estaba más en el oeste, entonces se fijó en el reloj de un escritorio observando que eran las 17:00. Decidió irse porque las inscripciones cerrarían pronto, se despidió por última vez agradeciéndole a Avíe por todo lo que había hecho por él. Decidió salir de una forma apresurada pero chocó  accidentalmente contra la puerta de salida.
– Alex no te emociones tanto de acuerdo– dijo Avíe
– De acuerdo– dijo levantándose
Después de su choque, abrió la puerta con tranquilidad marchándose en dirección al cuartel de la orden. Mientras salía corriendo a toda velocidad, los niños lo miraban por la ventana, veían que tenía una sonrisa pensando si lograría entrar a la orden, pero Loyd estaba en su habitación. Estaba observado una foto que habían tomado 1 año atrás con todos los niños presentes junto a Alex, mientras lo miraba intentaba no llorar.
– Estoy seguro que entrarás, después de todo eres muy fuerte– dijo con una sonrisa
El camino que tomó se dirigía a la calle principal, donde todos los caminos conectan en una sola dirección, el cuartel de la orden. El lugar ocupaba toda una cuadra, era enorme. El lugar siempre estaba vigilado por guardias con armaduras negras, eran los guardias de la ciudad. Ellos se encargaban de cuidar las calles de Escater de criminales, ladrones, etc. También estaban otros que usaban armadura blanca conocidos como los guardias reales, eran soldados que se encargaban de la protección de las familias nobles, en especial la familia real, aunque normalmente no se les suele ver por estos lugares.
Por el momento lo que le preocupaban eran las inscripciones ya que la orden es una de las organizaciones más importantes, entrar no era algo fácil. Según había escuchado no dejan entrar a cualquiera, solo a aquellos que tienen buenas habilidades. Además escuchó que el examinador que los evalúa no ha dejado que casi nadie pase. No sabía su nombre o que tan fuerte es, pero de algo estaba seguro que no sería algo fácil. Ese pensamiento le daba vuelta a la cabeza, pero no dejaría que unos rumores lo detuvieran
– ¡Eh! ten cuidado– gritó alguien
El grito repentino lo desconcentró, vio a un muchacho de su mismo edad, pelo negro con pelirrojo, piel blanca, ojos marrones como las hojas secas, usaba un chaleco, pantalón largo de color negro y unos zapatos comunes marrones, además de tener una cicatriz en el ojo derecho como marcas de una garra de animal, y tenía  un diente de animal como collar. La persona misteriosa se levantó rápidamente y continuó su camino, pero por su tono de voz y expresión de la cara parecía que le ocurría algo. Mientras se acariciaba la cabeza por el golpe que recibió vio un papel tirado en el piso, pensó que podía ser del muchacho, debió haberse caído cuando chocaron hace un momento. Decidió darle un vistazo para saber que decía. Cuando la leyó no ocultó su sorpresa
Hola Rex si vistes el desastre que hicimos en tu casa debes saber quiénes somos, te dijimos que si te volvías a meterte en nuestro camino lo lamentarías. Tenemos a tus padres y a tu hermanita pequeña encerrados en la fábrica abandonada al este de tu casa, de seguro sabes de cual estoy hablando. Si quieres volver a verlos no llames a los guardias y  si lo haces, pues digamos que tendrán un gran desastre que limpiar.
Firma Ayrton
No ocultó  su cara de sorpresa y temor al terminar de leerla, una reacción normal al leer una carta de amenaza. No entendía por completo porque decía de meterse en su camino, tal vez había tenido conflictos con ese Ayrton, pero meterse con su familia era demasiado. Intentaba imaginarse lo que debía sentir que tu familia fuera secuestrada y puesta en peligro por tu culpa.
Dijo que se encontraban en la fábrica abandonada que  se ubica en un área destruida Solo conocía un grupo que rondaba ese lugar, la banda criminal ¨Los titanes¨. Había escuchado rumores sobre ellos y no eran nada buenos, se encargan de robos a personas y tiendas en distintas partes y asaltar personas a altas horas de la noche. Aunque había escuchado que últimamente habían sido atacados por una persona misteriosa, cuando los guardias llegaban a las escenas, encontraban a sus miembros inconscientes con marcas de golpes por todas partes y el último rumor que escuchó era que los guardias habían encontrado la bodega de los titanes, donde guardaban todas las mercancías  robadas pero habían llegado muy tarde, cuando lo hicieron estaban todos inconscientes con marcas de haber sido atacados, no por armas sino a puños. Eran más de 25 armados con navajas, pistolas y tubos de metal, los guardias no lo creían pero no había ningún rastro del sujeto misterioso.
Según lo que decía la carta decía que el tal Rex les había causado graves problemas, eso quiere decir que el sujeto misterioso podía ser él. De repente se dio cuenta que mientras pensaba, él estaba en camino. Según decían los rumores era muy fuerte, pero le preocupaba la idea que quizás no sea lo suficiente, usarían a su familia como escudo si intenta rescatarlos. Decidió olvidar las inscripciones e ir a ayudarlo, saliendo a toda velocidad

No bastaría decir que era una trampa y de seguro lo sabe. No le importaba si era un desconocido, pero nunca tuvo la capacidad de abandonar a alguien cuando necesitaba ayuda. Alex no solo lo hacía por hacer lo correcto, sino que no quería que sufriera al perder a su familia. 

Escrito por: Luciano Furest (novelaszack2905.blogspot.com)

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