Personajes principales.
Como saben, este relato está basado en la obra de Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, pues soy un fan autoproclamado de esta serie de libros, los cuales no he leído todos aún, pero estoy en ese camino.
Puede que esto parezca una copia nostálgica de los libros de Sherlock Holmes, y aquellos que los han leído, tal vez puedan encontrar muchos aspectos adaptados casi que fielmente, pero no se preocupen, no me da pena decir que fue intencional, pues hay cosas que como explica Edward Jones, quien es el narrador y coprotagonista en esta historia, a quien curiosamente nuestro protagonista Félix llama Watson, pues así como yo, es fanático de la obra en la que me baso para darle vida. Y es de ellos de quien voy a hablar.
Empezaré por Edward Jones, mi adaptación del doctor John Watson, y quien también cuenta la historia desde su punto de vista, pues es protagonista de la misma. Es un muchacho muy decente, bastante respetuoso con todas las personas. Hasta este punto, es el compañero de Félix, y se dedica a lo suyo, atendiendo de manera independiente su propio consultorio, también ayuda a Félix en los casos que se le asignan como asistente del detective jefe de la jefatura de policía de la ciudad. Es alto, cabello castaño claro, usa lentes y siempre trata de estar bien presentado sin importar las circunstancias. No quisiera contar mucho del personaje, pues no quiero adelantar mucho de lo que planeo escribir en cada relato, así que resaltaré las diferencias entre éste y el Dr Watson, de quien es adaptación.
Watson tenía 29 años al conocer a Holmes, mientras que éste (Edward) conoce a Félix a los 22 recién cumplidos, Watson era doctor retirado del ejército británico, mientras que Jones es Doctor recién graduado de una universidad militar, (ahí vemos algunas referencias) Watson cojeaba de una pierna, mientras que Edward está completamente sano. Los dos son escritores, y llevarán por ello a la fama de sus respectivos compañeros de piso, y a partir de este punto, las diferencias se darán en los próximos capítulos.
Ahora viene Félix Roberts, nuestro Sherlock Holmes, o bueno, así lo llaman dentro de la jefatura los más conocedores, pero claro, ¿qué detective no ha oído hablar de Holmes? Pues por lo mismo, ellos encuentran un gran parecido entre Félix y Sherlock. El chico de cabello negro, despeinado y descuidado en su apariencia, procura no verse tan mal cuando de salir a la calle se trata, usa una bufanda roja la cual aún no he descrito en el relato pero sí se alcanza a ver en los dibujos que publico con los mismos, es metódico, y nada escapa a su vista, su trato con las personas es algo más tosco, pero siempre dentro de lo aceptable. No es lo mismo con quienes no entienden su forma de expresarse, porque no a todos les gusta que se les corrija en aquello en lo que creen ser expertos, y eso es algo que Félix suele hacer. Él, para el segundo capítulo, un estudiante graduado de la escuela de detectives de la policía, y gracias a sus destacadas calificaciones, se le ha asignado como asistente del detective jefe de la jefatura de la ciudad, y recomendado para casos fuera de ella. El chico tiene la confianza de quienes trabajan con él y siempre se confía en su criterio, claro está, no sin consultar también a los expertos en el campo.
Puedo destacar algunas diferencias entre Félix y Sherlock Holmes, como son la edad de inicio de su carrera, pues Holmes tenía 27 al conocer a Watson mientras que Félix conoce a Jones a los 18, Holmes tiene conocimientos de música, musicología, medicina, derecho y ciencias, mientras que Félix solo ha asistido por 2 años a la escuela de detectives, Holmes usa la deducción a partir de la observación de la escena del crimen, mientras que Félix pudiendo hacerlo no lo hace pues existe un equipo de expertos encargados de eso al servicio de la policía, así que Félix enfoca su deducción en el comportamiento humano, sus perfiles psicológicos y reacciones, lo que ya es un punto vital de diferencia en la trama de las historias, porque el enfoque de la resolución de los crímenes siempre será de una manera más psicológica. Así, mientras más avancemos en la historia, veremos muchas más diferencias y disfrutaremos también de las facultades de este chico al que llamo “la encarnación de una leyenda”
Espero puedan disfrutar de nuestras historias en este blog, y nos apoyen compartiéndolo, pues al compartir esto, fomentan la cultura, la lectura y apoyan nuestra iniciativa y talento.
Gracias por leernos.
Por: Camilo Barrera
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